martes, 4 de noviembre de 2008

Leyenda del Moldava



Típico cuento de viajeros, leyenda que cuentan los viejos alrededor de un acogedor fuego las frías tardes de invierno...Lo cierto es que toda leyenda tiene una base real, un ligero atisbo de lo que es, escondido tras lo que podría ser...Empieza así...
Era una oscura senda, apenas una susurrante hebra de tierra escondida entre los frondosos olmos. El silencio sólo se veía interrumpido por los suspiros del caballero, suspiros llenos de tristeza que hacían estremecerse hasta al mismo bosque. El caballero llevaba siglos caminando por el lóbrego sendero, como si de una antigua maldición se tratase. Cuando creía ver el final que auguraba la salida de ese negro bosque, se daba cuenta de que sólo era un recodo mas, otra vuelta en ese túnel en el que empezaba a asfixiarse. El camino era pedregoso, tanto que el caballero debía agarrarse de las ramas mas bajas de los árboles para no caer. Aunque a veces sus manos sólo agarraban el inexorable vacío, haciéndole caer...
El dolor destrozaba su alma mientras su garganta clamaba por el frío bálsamo del agua. Cuando la negrura se adueñaba de su mente y pensaba que iba a caer para no levantar jamás, la oscuridad fue retrocediendo, el bosque desaparecía para dar paso a una empinada pendiente, a un sendero entre flores: madreselvas, blancos lirios, grandes y vivas amapolas...El corazón del caballero se fue fortaleciendo con su aroma. Llegó a lo alto de una suave loma, y lo que vio lo dejó asombrado: Un imponente castillo erguía su mole tras la estela plateada de un río. Se paró un instante para apreciar la fortaleza en toda su magnitud. Altas torres coronadas por cúpulas, murallas infranqueables plagadas de almenas, matacanes, barbacanas. Se distinguía una gran puerta de madera oscura a la que se llegaba por un airoso puente que unía las dos orillas del río Descendió por el sendero hasta llegar al puente, custodiado por una torre imponente cuya puerta permanecía cerrada. Mil veces llamó, pero nadie acudió a abrir al exhausto caballero. Desesperado, miró en derredor hasta que su mirada se posó en un bote de pescador que había varado en la orilla. El caballero montó en el bote y remó hundiendo las palas en las gélidas aguas. Siguió remando hasta llegar al mediodía del río. Llegó hasta él una voz que le hizo pararse en seco. Una voz melodiosa, con un deje de descaro que le hizo estremecer. Nunca había escuchado salmo como aquel. Buscó la fuente de la voz y siguió su estela hasta unos pequeños islotes boscoso que había en el centro del río. Puso pie en el mayor de ellos. Un pedazo de tierra plagado de sicomoros que acariciaban con sus ramas la suave hierba. La voz lo llevó hasta el centro del islote, donde se alzaba un pequeño templete de níveo mármol. En el centro del templete había una fuente y sentada junto a ella había una criatura. Era imposible que fuese humana, irradiaba un halo de divinidad. La blanca piel, el negro pelo que le colgaba por la espalda, salpicado de pequeñas flores de azahar, suave manto de la noche plagado de estrellas. Tras unas sedosas pestañas se escondían los ojos mas perfectos que jamás tuvo la dicha de ver un alma mortal; pozos insondables de color avellana, alimentados por una luz imperecedera. La ninfa, pues no había duda de lo que este maravilloso ser se trataba, estaba ensortijando su pelo con un peine de plata labrada.
Apenas se inmutó cuando vio aparecer al caballero, al contrario, suspiró como si hubiese estado esperando ese momento desde que el Tiempo empezó su curso. Invitó con un ademán al caballero a sentarse a su lado. Uno junto a otro, se contemplaron en silencio. Ninguno de los dos se atrevió a hablar, tenían miedo.
Y ahí siguen, eternamente juntos en la isla de l Silencio, viendo pasar los siglos, mientras se miran a los ojos, conociéndose, sin jamás haber escuchado el eco de sus voces sobre la cristalina agua de la fuente.
(L)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sabes q me encanta!

TE QUIERO!!!!^^

bea

beitah dijo...

uooo me ha encantadooo de veras =)
ya me pasare mas por aqui a leer cosiitas!!

Enrique GB dijo...

Wow. No me esperaba encontrar a mi flaca favorita por estos lares.
Y sí, sus ojos son maravillosos.
Felicidades maestro.