domingo, 2 de noviembre de 2008

Nada


Sólo el eco de pasos en una habitación vacía.
Eso de lo que siempre huiste, que te produce tanto pavor, al fin ha conseguido llegar al oscuro rincón donde te habías escondido.
Indiferencia.
Temías quedarte indiferente cuando alguien importante en tu vida desaparecía para siempre; temías quedarte indiferente ante el dolor, el sufrimiento, las lágrimas, la miseria; temías quedarte indiferente ante la misma indiferencia.
Indiferencia.
Si, entonces te diste cuenta. Era la mejor opción, el mejor escudo ante las estocadas.
Tu rincón empezaba a ser visible, vulnerable.
Siempre te refugiaste en la imaginación.¿Nunca habéis estado en ese mundo? Puedes hacer tantas cosas como consigas imaginar: caminarás por el confín de la Tierra mientras Ulises te mira asombrado desde la Isla de las Sirenas; sentirás el aleteo de los pájaros sentado en una nube; pasearas por antiguos palacios que hace harto tiempo que el mar reclamó para su dominio.
Eres feliz en tu imaginación. Allí la palabra eternidad tiene algún significado. Allí siempre suena al piano esa antigua canción que te hace estremecer. Allí puedes ver desde tu ventana hasta el mas recóndito lugar.
Pero de repente, como un mazazo, vuelves a esa cosa que llaman realidad.
Y entonces es cuando venderías tu alma al diablo por sentir indiferencia, por ser de duro granito, de frío mármol.
Porque estás cansado de transformar la realidad para hacer tu realidad, porque estas cansado de entregar para no recibir nada.
Antes solías mirar el titilante brillo de una estrella, la veías inalterable desde el pozo donde te habías refugiado. Pero la estrella se apagó y te quedaste masticando el amargo gusto de la soledad.
Y desde tu oscuro sueño suplicaste por sentir indiferencia, pero el diablo te dijo que no tenías alma que vender, que hace tiempo que no eres capaz de amar.
Y se hizo una noche eterna, una triste oscuridad.
Y si, sentiste indiferencia, todo resquicio de amor que alguna vez pudiste tener desapareció fundiéndose con el vacío.
Desde entonces solo lo escuchas a él.
Al Silencio.

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