domingo, 28 de diciembre de 2008



Y un, dos tres. Un,dos,tres. Quizás nunca supe que camino eligieron mis pasos. Ellos se movían solos llevando esa maniática cadencia. Me llevaban por bosques oscuros donde habitaban bestias primigenias. Me sumerguían en caudalosos ríos donde las ánimas de los ahogados me interrogaban con sus indiferentes pupilas.
Me hicieron bajas hasta las mismas entrañas de la Tierra, guarida de secretos ancestrales y seres fabulosos. El silencio era inquietante,solo interrumpido por el goteo del agua sobre la dura roca que lo formaba todo.
Y desde el fondo de una gruta llegó una dulce voz. Dulces notas salidas de la nada transformada en la más apabullante oscuridad. Dulces notas que embelesaban mis pasos. Ellos me llevaron hasta allí. Una luz surgió de la profunda sima. Un resplandor del color de la nieve,etéreo,inmortal. Amarrada a la pared con unas poderosas cadenas forjadas por algún remoto dios, había una joven. Nunca encontré las palabras adecuadas para describirla. He intentado cientos de veces hacerlo evocando su rostro,pero las palabras sólo son un pálido reflejo de su belleza. Unos preciosos ojos competían con las estrellas por iluminar el firmamento, una soñadora sonrisa le arrebató el puesto al orgulloso Sol.
Mis pasos me acercaron a ella. Le pregunté con casi en un susurro que hacía encadenada a aquella pared. Su voz sonó como el trinar de los pájaros,cantando al sol al amanecer.
Me dijo que su corazón la había atado a esa pared,que aquella era su penitencia por hacerle caso. Nunca supe que debería haberle dicho. Nunca salió una palabra de mis temblorosos labios.
Lentamente, casi sin moverme, me acerque a ella y la estreché entre mis brazos mientras le susurraba palabras de consuelo al oído...
Porque te prometí un día de sonrisas infinitas :)

2 comentarios:

Fran Costa dijo...

Hey! soy el chico de la vida interesante, que ha decidido escribirla en busca de que alguien la lea, un saludo, feliz 2009.

Unknown dijo...

un día de sonrisas infinitas :)