lunes, 19 de enero de 2009


Confusión, tristeza y finalmente, indiferencia.

En un último intento vuelves la vista atrás, y cientos de recuerdos te asaltan en oleadas cada vez mas violentas. Intentas esbozar una triste sonrisa,apenas una ligera elevación de la comisura de los labios. Recuerdos. Siempre vuelven aunque los guardes en un cofre bajo siete llaves. Intentos, decenas de ellos. Amor. Dejas de utilizar esa palabra,la mandas al exilio y al ostracismo para lo que esperas que sea siempre. Lo malo de sentirte alguna vez "a tres metros sobre el cielo" es que según esa mierda de ley de la gravedad, si algo sube, tiene que bajar. Y terminas a tres kilómetros bajo tierra, mirando la cerúlea osamenta de los mamuts petrificados, esperando a convertirte en uno mas de su siniestra manada.

Poco a poco te vas dando cuenta de que va todo, el porqué de tantas rupturas y nuevos intentos. No podemos pasar mucho tiempo sin la sensación de vértigo en la boca del estómago,pero somos tan altamente volubles,que terminamos cansándonos de la monotonía. Y ahí radica la mayor regla de esta mierda de juego, sólo se trata de sobrevivir. De probar cuánto más podrás aguantar.

2 comentarios:

Inés dijo...

tu cuand stas triste esas inspirado eeeeeeh.....vaya antonio cerulio estas tu echoo!!
LLLLLLLLLLL

Inés dijo...

admite q la foto t gusta cacho cerdaco, la filosofia m gusta si la explica antonio (mi profe dl año pasado no t agas ilusiones) pero cmo tngo a una valenciana q se chupa el dedo gordo del pie m la suda, es gilipoyas, y ODIO la filosofia